Estas son las impresionantes propiedades de la jacaranda que todos necesitamos conocer

Con la llegada de la primavera, los espacios verdes poco a poco se van llenando de vida con intensos colores que hacen de esta época del año, todo un espectáculo de la naturaleza.

Tal como ocurre con cientos de plantas, las jacarandas aprovechan la entrada de la primavera para llenar sus ramas como miles de flores.

Jacaranda es un género que incluye unas 50 especies aceptadas, de las 120 descritas, ​de árboles y arbustos de la familia de las bignoniáceas, típicos de la América intertropical y subtropical. También es conocida como jacarandá, jacaranda, gualanday o tarco.

De acuerdo con el Instituto de Ecología de la UNAM – INECOL, «la especie más común es Jacaranda mimosifolia y es un árbol caducifolio, es decir pierde sus hojas en una determinada época del año y pueden alcanzar una altura de 20 a 25 metros, con tronco torcido de color café y muy agrietado conforme va envejeciendo».

La jacaranda es un árbol que florece al llegar la primavera y embellece los jardines y avenidas de algunas ciudades con sus flores color violeta, sin embargo, pocas personas saben que esta planta tiene propiedades más allá de las ornamentales.

Usos medicinales de las jacarandas.

En muchas comunidades las flores de jacaranda son usadas por sus beneficios para tratar diferentes afecciones, por ejemplo, la planta tiene la capacidad de provocar un efecto de sudoración en el organismo de los humanos, ayudando a expulsar toxinas y estimulando el sistema inmunológico.

También se utiliza este árbol para tratar problemas de la piel como el acné y complicaciones por venas varicosas, gracias a sus propiedades antisépticas.

Desde el descubrimiento e identificación de esta especie, se han realizado diversos estudios científicos enfocados a conocer distintos aspectos de la jacaranda.

Entre estos estudios, se han destacado aquellos para conocer los aspectos moleculares de las jacarandas, incluyendo la secuenciación de su genoma, y la composición química de sus diferentes partes. Gracias a la investigación fitoquímica, se han descubierto diferentes tipos de compuestos fitoquímicos, sintetizados por la planta de jacaranda, que tienen efectos farmacológicos, antioxidantes y antimicrobianos, tanto en hongos como en bacterias y que afectan a plantas y animales, según un estudio.

Se ha demostrado que beber la flor de la jacaranda sirve como sudorífico, lo cual ayuda a expulsar toxinas dañinas del cuerpo.

Además, consumir una infusión o té de jacaranda estimula el sistema inmunológico por medio de la transpiración. Tiene acciones semejantes al jengibre y en caso de dolencias de vías respiratorias (garganta), se recomienda hacer gárgaras con el líquido.

Indicador biológico

Los árboles de jacaranda son considerados como o indicador biológico de contaminantes atmosféricos, ya que su corteza tiene la capacidad para absorber metales contaminantes que se encuentran en el ambiente.

En dichas investigaciones, los científicos se enfocan principalmente al conocimiento de las hojas y corteza de los árboles.

Sin duda alguna, las jacarandas son hermosas, sobre todo cuando sus ramas se llenan de su característica flor lila, pero, siempre existe una forma de aprovechar los beneficios de esta planta.

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